Libérate de las creencias que han convertido el fracaso en una derrota
Nuestras creencias han logrado convertir al fracaso en una derrota. Pareciera que cuando las cosas salen mal, la culpa es de otros. Se nos olvidó la lección de Edison: más de 1.000 intentos, para poder tener la bombilla eléctrica.
Cuando caemos lo que pareciera un fracaso es una oportunidad de aprender; aprender a levantarnos con un espíritu indomable, sin darnos por vencidos, intentándolo hasta alcanzar lo que anhelamos. Cada fracaso es una victoria que nos enseña lo que no debemos hacer, mostrándonos el camino de lo que sí debemos hacer. Vamos a fracasar muchas veces, muchos intentos van a terminar en fracaso.
Cada vez que intentamos algo, tenemos el riesgo de fracasar, pero si no lo intentamos jamás lo sabremos. No hay peor fracaso que no intentarlo, la cobardía no tiene cabida en el éxito. Lo que tengas que hacer, hazlo. Si fracasas aprende del fracaso. Asimila la lección: entiende que ese no es el camino e intenta otro. Inténtalo, inténtalo, inténtalo… El fracaso nos señala el camino del éxito. Cada vez que fracasas, pregúntate: ¿en qué fallé?, ¿qué hice mal? tú, no otros. ¡Jamás te des por vencido! recuerda que el fracaso es una lección; la derrota es darse por vencido. El fracaso es la entrada a la grandeza.
Libérate de las creencias que han convertido el fracaso en una derrota
Nuestras creencias han logrado convertir al fracaso en una derrota. Pareciera que cuando las cosas salen mal, la culpa es de otros. Se nos olvidó la lección de Edison: más de 1.000 intentos, para poder tener la bombilla eléctrica.
Cuando caemos lo que pareciera un fracaso es una oportunidad de aprender; aprender a levantarnos con un espíritu indomable, sin darnos por vencidos, intentándolo hasta alcanzar lo que anhelamos. Cada fracaso es una victoria que nos enseña lo que no debemos hacer, mostrándonos el camino de lo que sí debemos hacer. Vamos a fracasar muchas veces, muchos intentos van a terminar en fracaso.
Cada vez que intentamos algo, tenemos el riesgo de fracasar, pero si no lo intentamos jamás lo sabremos. No hay peor fracaso que no intentarlo, la cobardía no tiene cabida en el éxito. Lo que tengas que hacer, hazlo. Si fracasas aprende del fracaso. Asimila la lección: entiende que ese no es el camino e intenta otro. Inténtalo, inténtalo, inténtalo… El fracaso nos señala el camino del éxito. Cada vez que fracasas, pregúntate: ¿en qué fallé?, ¿qué hice mal? tú, no otros. ¡Jamás te des por vencido! recuerda que el fracaso es una lección; la derrota es darse por vencido. El fracaso es la entrada a la grandeza.
Que cada día sea el mejor de tu vida.
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